En el marco de su último encuentro con la prensa antes de partir al Campeonato Mundial de Italia, los boxeadores Alfonso Blanco, Ángel Rodríguez y Héctor Manzanilla recibieron de manos de la ministra del Poder Popular para el Deporte, Victoria Mata, la bandera nacional que les acompañará en esta 15º edición de la justa. El trío que se apresta a competir en las divisiones de 75, 60 y 57 kilogramos va por más luego de subir al ring en el Campeonato pasado (2007) celebrado en Chicago, torneo en el que las loas recayeron sobre Blanco por su medalla de plata, aunque Manzanilla también recogió aplausos por el quinto lugar que le otorgó el cupo a los Juegos Olímpicos de Beijing.
Para abrir el encuentro, la rectora del deporte nacional arengó a los púgiles con sentidas palabras. “En mi carrera como periodista pocas veces pude cubrir el boxeo, pero siempre me ha emocionado muchísimo y más ahora que como Gobierno estamos contribuyendo para la formación de una nueva generación de atletas integrales. Muchachos que no sólo entrenan sino que son tratados como se debe, inculcándoles el valor del estudio en su desarrollo como persona. Por eso me siento tan orgullosa hoy de entregarla a estos tres muchachos este Pabellón Patrio que está lleno del deseo de triunfo y el amor de 28 millones de venezolanos que estarán con ustedes cuando suban a ese ring”.
Decididos y preparados
Blanco fue el primero en agradecer el apoyo: “La verdad, Ministra, esto es muy importante para nosotros. Hemos recibido un gran apoyo del Gobierno en todo este proceso y estamos preparados. Esto nos llena de fuerza para seguir adelante”.
Figura descollante en su categoría, el yaracuyano no acusa el peso de la responsabilidad, porque según aclara la preparación consistente y la experiencia le brindan un piso más sólido en relación con Chicago. “El cuerpo médico y de nutrición de Mindeporte hizo un gran trabajo. He ganado unos kilos, antes estaba por debajo del peso, ya no. Ahora estoy mejor preparado para la división”. En efecto, Blanco ganó masa muscular pero mantuvo intactos sus movimientos según detalló su entrenador, Zaur Gvadzhava, también presente en el acto.
Manzanilla hizo énfasis en la preparación que adelantaron para llegar en tope de condiciones a esta justa en la que se presentarán más de 700 púgiles, divididos en 11 categorías, en representación de 143 países. “Venimos de un entrenamiento de 15 días en Cuba. Voy ahora en los 57 kilogramos pero me siento cómodo en este peso”. En efecto, el ahora “pluma” dice que está más concentrado en derrotar a la inactividad, su primer contrincante. “Vengo de un año sin competir. Después de Beijing, la lesión en el hombro (derecho) me hizo parar y además subí de categoría. Yo me siento mejor ahorita y estoy retomando el nivel”.
Rodríguez, también con experiencia en el ensogado internacional, viene en franco ascenso: “gané la Batalla de Carabobo y fui plata en los Alba. He peleado con los cubanos de la categoría y he estado ahí, ahí (junta sus dedos índices) con ellos… El trabajo con el profesor Zaur y con Lemus nos tiene a tono”. El buen panorama que pinta el sucrense lo confirmó Alfredo Lemus, mentor del talento nuevo y otrora campeón criollo en múltiples escenarios, incluso fue medallista de plata en la Primera Edición del Campeonato Mundial celebrado en 1974 en La Habana.
Para finalizar Blanco, Rodríguez y Manzanilla coincidieron en un optimismo que refrendaron a cada rato con la frase “Vamos por grandes cosas”. La Ministra Mata también los aupó, al igual la Viceminsitra de Deporte de rendimiento Elsa García y las glorias del pugilismo nacional que se presentaron en el acto como Jesús “Kiki” Rojas y Antonio Cermeño. Ante tal envión anímico, al trío sólo le queda demostrar en el cuadrilátero todas las condiciones que todos les alaban.
Escrito por Lenin Maury
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