En pésimas condiciones y convertida en un desastre se encuentra la piscina del Polideportivo Ernesto Aparicio, a poco meses de su reinauguración por parte del gobernador de Miranda, Henrique Capriles Radonski, mientras que el Idermi se hace la vista gorda.
Así lo declaró Zulima Rodríguez, representante de uno de los niños que desde hace más de 3 meses dejó de practicar natación porque los motores de las bombas se quemaron y, al parecer, tanto la empresa contratista como el Idermi no han hecho nada al respecto.
Norka Pérez, residente del bloque 14 del complejo habitacional, denunció que la piscina se convirtió en un criadero de zancudos y sus malolientes aguas contaminan la zona.
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