Mal sabor de boca se llevaron los fanáticos en el Estadio Olímpico cuando en el clásico de la capital fue poco el buen fútbol desplegado por ambos equipos, y los fanáticos abandonaron las instalaciones sin poder gritar siquiera un mano a mano, los azules buscaban escalar, mientras que los rojos romper el maleficio que le tienen los itálicos.
HEITEL ALVARADO
Foto: DAVID URDANETA
Noel Sanvicente apostó al triunfo, tan sólo modificó su equipo en dos jugadores respecto al encuentro ante el Everton, no estaba ni Romero ni Prieto, en su lugar, Ramírez y Rentería respectivamente, el planteamiento decía con claridad que los rojos iban con todo.
Todo el encuentro fue de mucho forcejeo en el medio campo, pero en el primer tiempo fue la constante, además del mal estado del terreno, el cual no se puede mejorar hasta darle respiro, sumado a las faltas por doquier por ambas escuadras no dejaba que fluyera un fútbol atractivo en el gramado.
Fueron muy pocas las jugadas de peligro, de hecho nombrar alguna en esa primera mitad, sería ser exagerado, Figueroa no fue el de costumbre, la “pulga” poco la agarraba mientras que en el otro bando, la contención era la que hacía el mayor despliegue, pero tampoco pasaba nada a la hora de crear alguna jugada de cara al gol.
Andrés Sánchez, Bladimir Morales y Christian Casseres (DI), Jesús Gómez (CFC)
Arbitros:
Gustavo Brand, Asistentes: Miguel Gómez, Gabriel Lozada
Estadio “Olímpico”
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