Caracas logró su décima estrella con una contundente goleada ante un indefenso Italia
CARACAS.- El diez era considerado el número ideal y simbolizaba el universo para Pitágoras y sus discípulos. Caracas hizo ayer honor a los matemáticos. Con una exhibición de oficio y pegada ante Italia obtuvo su décimo campeonato con una actuación que podría ser premiada con la que hasta hace poco era la puntuación máxima de la gimnasia.
Los rojos llegaron con cicatrices en el cuerpo debido a tantas batallas en el pasado reciente, y por ello aparecieron en la alineación Guerra, Escobar y Valoyes. En tanto, Italia apostó por la misma formación que hace ocho días había sacado un empate en el partido de ida.
El once de Sanvicente lucía veloz en el papel y rápidamente se demostró en la práctica. La frescura que en los últimos encuentros se había echado de menos sobrevino con las nuevas caras en el lado ofensivo.
En la primera acción de peligro, Lucena probó a Liebeskind con una volea, tras la salida de un tiro de esquina. En su próximo cara a cara se empezó a resolver la final. El volante insistió con un remate a priori inofensivo, pero que el arquero azul no supo contener. El plan de Saragó de aguantar la mínima ventaja en el agregado se había derrumbado, aunque la catástrofe del Italia no fue numérica sino anímica.
Pegada letal
Cuando aún no se había cumplido el primer cuarto de hora el monarca del Clausura volvió a pegar. En una jugada de contragolpe, Valoyes desequilibró por la derecha y dio el pase de la muerte a Castellín que batió de nuevo a un errático Liebeskind. La mala tarde del portero itálico continuó al no poder tapar un tiro lejano de Guerra. Una tercera caída antes de la media hora, que debió forzar el nocaut técnico.
La falta de respuesta de los azules intentó ser disimulada por su entrenador con la entrada de Blanco por Andreutti. Poco después de su ingreso, el delantero firmó el primer remate a puerta de su equipo con un tiro que contuvo sin problemas Renny Vega, espectador de lujo de la actuación de sus compañeros.
Con un resultado tan amplio los minutos corrieron con dos caras opuestas. Caracas se afirmó y Sanvicente le recordó a sus discípulos desde la banda que no debían bajar la guardia, mientras Italia siguió sin encontrarse para al menos maquillar el resultado.
Los rojos quisieron coronar su fiesta con una goleada histórica y lo consiguieron con creces. Aunque Rey perdonó al fallar un penal, Valoyes no se apiadó del rival y luego remató a bocajarro un cruzamiento del efectivo Cichero. Después, el propio Rey enmendó su error con una joya de tiro libre que perforó aún más el horadado arco del Italia.
Una goleada histórica que le dio al Caracas la Copa que se jugó en honor de Guillermo Valentiner y que fue celebrada por unas 10 mil almas, que volvieron a brincar en el fortín donde el rojo luce invencible. Fue el baile de la victoria.
Trujillo ganó la Segunda
El Atlético Trujillo venció 2-0 al Centro Ítalo y se coronó campeón de Segunda, aunque de todas formas jugará en Tercera la próxima campaña, luego de fusionarse con el Real Esppor. Ridenson Morillo al 41 y Jonathan Copete al 53 marcaron los goles de los andinos. “Lo que queremos es que el Esppor logre tener una estructura completa y seguramente tendremos el mejor equipo de la capital en unos años”, dijo Ricardo González, presidente del nuevo club de Primera: Real Esppor.
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