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Si los equipos brasileños Cruzeiro y Gremio abrumaron a sus rivales, el Caracas de Noel Sanvicente mantuvo viva sus opciones de avanzar a los cuartos de final de la Copa Libertadores, tras los partidos de ida de la edición 2009.
Los Rojos del Ávila hicieron lo que debían: marcar temprano en la altura de Cuenca. Lamentablemente no bastó para contener al impetuoso brasileño Rodrigo Texeira, máximo artillero del evento con siete dianas, aunque sí para dejar abierta la puerta de los cuartos de final, cuando se realice la vuelta en el Olímpico de la UCV.
La prensa ecuatoriana reaccionó con júbilo pese a la estrecha victoria de 2-1, pero advirtió que nada está decidido pues el Caracas no ha perdido en casa desde que se mudó al Olímpico.
Sanvicente, consideró que su equipo podrá revertir la próxima semana el marcador de 2-1. "El resultado es positivo para nosotros, a pesar de la derrota. El gol de visitante que anotamos nos servirá para lo que buscaremos en calidad de local", dijo el técnico en Cuenca.
Añadió que sabía que el conjunto ecuatoriano saldría a atacar desde el comienzo del partido y que por eso tomó precauciones para actuar en la altura de la ciudad de Cuenca.
El técnico capitalino dijo que la fuerte lluvia que cayó sobre Cuenca perjudicó a los dos conjuntos y resaltó el trabajo y entrega de su equipo.
Añadió que le quedaron dudas en la jugada del penalti transformado a los 57 minutos por el brasileño Rodrigo Teixeira, del Deportivo Cuenca, y que los jugadores del Caracas reclamaron una posición adelantada en el segundo tanto del conjunto ecuatoriano, anotado por el argentino Ismael Villalba, a los 69.
Sanvicente argumentó que jugar con un hombre menos, por la expulsión de Rafael Castellín a los 20 minutos, y las lesiones sufridas por varios jugadores ocasionaron problemas al Caracas.
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